Londres 38
Hoy Lunes, andaba por el centro y me paso algo muy extraño...
Caminaba por fuera de la iglesia de San Francisco cuando me fije que en la muralla donde esta el museo (contiguo), habia una flecha y una direccion: "A Londres 38"...
Recorde que ese lugar fue uno de los tantos macabros centros de prision politica y tortura que impulso la dictadura que lidero Pinochet... y camine hacia el. Mis manos sudaban... sentia que la atmosfera cambiaba de repente... hasta cuando me halle frente al edificio. Actualmente pintado en el frontis con la tipica pintura municipal (pintado asi como que no quere la cosa nomas), aun pese a la pintura se nota que tiene pintados algunos sectores por numerosas leyendas plasmadas en montones de homenajes a los compañeros caidos por sus ideas...
Me senti acompañado...
Llamenme loco, pero de verdad me senti acompañado. Senti como aun el dolor esta presente en ese lugar... que no podia salir por esta todo cerrado y clausurado... senti tambien que ahi mis fantasmas se alejaron, aterrados, porque el dolor que ahi se vive, se vivio y se vivira si se trata de borrar de la memoria historica... sera aun peor.... porque no hay peor pais que el que no quiere recordar su pasado para aprender para el futuro...
Londres No 38 era un recinto secreto de detención y tortura ubicado en el centro de Santiago y llevaba el nombre “Yucatán” en la jerga militar. En este local funcionó el personal de la DINA, desde Noviembre de 1973 y hasta aproximadamente los últimos días de septiembre de 1974. Este lugar también era conocido como “la casa del terror” o “la casa de las campanas”, esto último porque desde su interior se oían las campanas de la vecina iglesia de San Francisco.
Este local había sido originalmente la sede de una dirección comunal del Partido Socialista antes ser pasar a ser uno de los principales centros de tortura de la DINA. En este recinto se daban las modalidades de tratamiento más características de la DINA durante su primera fase, muchas de las cuales permanecen más adelante: interrogatorios inmediatos y sin límites en la tortura que se aplicaba, permanente trato vejatorio y gran cantidad de detenidos. En este primer período no se había reunido todavía información suficiente sobre la actividad política clandestina que se buscaba reprimir, los métodos represivos no estaban depurados y la DINA no disponía con todos los medios con que más tarde llegó a contar.
Los prisioneros arrestados eran conducidos en furgones frigoríficos herméticos; tendidos boca abajo y vendados en el suelo de camiones de diferentes marcas y modelos, que se introducían en el garaje, donde eran fichados y registrados. A los prisioneros se les mantenía con los ojos tapados, amarrados de pies y manos y sentados en una silla día y noche. El recinto mismo consistía en una casa antigua y relativamente amplia, pero que resultó ser demasiada estrecha para albergar el gran número de detenidos que llegó a tener y para cumplir las demás funciones desempeñadas por la DINA. En su interior hasta unos 70 detenidos permanecían con la vista vendada reunidos en una amplia sala que en el día tenía sillas y por la noche colchonetas. Periódicamente se les sacaba a interrogatorio en el tercer piso de la casa, donde se les sometía a intensas torturas. No recibían alimentación y sólo excepcionalmente se les daba de beber.
La forma más habitual de tortura en Londres 38 era la aplicación de electricidad o la "parrilla". Probablemente el método de tortura que más caracterizaba a este recinto fue el de presionar a los detenidos con sus parientes cercanos, sea deteniéndolos, torturándolos e incluso sometiéndolos a vejaciones sexuales en la presencia del detenido. A pesar del rigor en el trato a los detenidos, el hacinamiento y el desorden propio de ese período permitía mucho contacto entre los detenidos y una circulación rápida de información entre ellos, lo que ha permitido identificar este recinto y algunos de los presos políticos que estuvieron en este lugar, incluyendo a Cecilia Labrín Sazo, Maurico Jorquera, Alan Bruce Catalán, Martín Elgueta, Maria Angélica Andreoli, todos desaparecidos hasta hoy en día.
En un comienzo, la permanencia en el lugar fluctuaba entre dos a diez días, al cabo de los cuales el detenido es puesto en libertad en la vía pública o trasladado a Tejas Verdes o al Estadio Chile. Posteriormente la permanencia se prolonga. La gran mayoría es trasladada a Cuatro Álamos (pabellón de incomunicados), y luego algunos aparecen en libre plática en Tres Álamos, o bien son transferidos a Chacabuco, en calidad de arrestados en virtud de las disposiciones de la Ley de Estado de Sitio.
Los testimonios jurados de presos políticos muestran que en Londres 38 los detenidos eran sometidos a continuas sesiones de torturas, mantenidos en estricta incomunicación con el exterior y en inhumanas y degradantes condiciones físicas. Una de las presas políticas declaró que fue detenida en Agosto de 1974 por agentes de la DINA entre los cuales iban Luz Arce y Osvaldo Romo Mena. Fue conducida a Londres 38 en donde había otras personas detenidas, todas las cuales eran sometidas a violentas torturas: "habíamos allí entre 70 y 90 personas, en una habitación infecta, sin aire, sin luz natural, sin alimentación, escuchando día y noche -cuando no nos torturaban a nosotros- como torturaban a las otras personas allí detenidas".
A fines de 1974 los presos políticos fueron divididos en grupos y mientras a algunos se les trasladó a otros lugares de reclusión, varios afectados desaparecieron en esa fecha. El recinto Londres 38 fue reemplazado por dos inmuebles ubicados en avenida José Domingo Cañas, esquina a la calle República de Israel. En noviembre entra a funcionar una parcela denominada Villa Grimaldi.
Es importante mencionar que la dictadura negó sistemáticamente la existencia de este recinto de detención. En Junio de 1978, Sergio Fernández Fernández (Ministro del Interior de la época) informó que ese inmueble no figuraba como dependencia de la CNI. En Enero de 1978, Juan Ignacio García Rodríguez (Subsecretario del Ministerio del Interior Subrogante de la época) señaló que Londres 38 no pertenecía a ese Ministerio ni a ningún organismo dependiente del mismo y que no existía constancia de que hubiese pertenecido a algún organismo de seguridad. En Junio de 1979, Raúl Benavides Escobar (Teniente General y Ministro de Defensa Nacional) comunicó que "la propiedad ubicada en calle Londres N° 38 no pertenece a las Fuerzas Armadas ni de Orden". Sin embargo, en Enero de 1980 Manuel Contreras Sepúlveda declaró que efectivamente Londres 38 había sido un local de la DINA, declaración que sería mas tarde corroborada por Marcelo Moren Brito.
Londres 38 estuvo a cargo de la Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM), cuyo comandante era el oficial de ejercito Manuel Manríquez Moyano. En este recinto de tortura operaban dos agrupaciones de la DINA: “Caupolicán” y “Tucapel”. Entre el personal de la DINA que trabajaba en Londres 38 existían mujeres que cumplían labores administrativa, escribían a maquina y consignaban los datos de los prisioneros que venían llegando. Existían también dos grupos operativos que salían a detener y luego interrogaban y torturaban: Halcón 1 y Halcón 2.
Actualmente funciona allí el Instituto O’Higginiano y su numero 38 fue cambiado por 40.
Criminales en el cuartel de Londres 38 (Yucatán):
Manuel Manríquez Moyano, Ricardo Lawrence, Marcelo Moren Britto, el teniente Fernando Adrian Laureani Maturana, Luz Arce.
Operaban en este lugar cuatro grupos:
Halcón: bajo el mando de Miguel Krasnoff y conformado por los agentes Osvaldo Romo Mena, Basclay Zapata Reyes, alias “el Troglo”, un agente apellidado Fuentes o “el Cara de Santo”, Sub-Oficial del Regimiento Húsares; y otro apellidado Leyton de alias “Mario”.
Tucán: al mando de Gerardo Godoy García, Teniente de Carabineros, alias el “Cachete Chico” o “Capitán Manuel” y conformado por un agente de apellido Fuentes, alias “Mario” y Teresa Osorio amante de Zapata Reyes.
Águila (o “los guatones): al mando de Roberto Lawrence Mires, apodado “Cachete grande” y conformado por Pedro Alfaro Hernández, Rosa Humilde Ramos, otro apellidado Marín y un agente con manchas de vitíligo en cara, cuello y manos.
Otros agentes que están estrechamente vinculados a este centro son: uno de apellido Concha que era chofer de Miguel Krasnoff y un guardia conocido como “Pájaro”.
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