28 de septiembre de 2009

Carta abierta a los estudiantes de la Escuela de Derecho.

Amigas, amigos y compañeros.

Saludandoles fraternalmente, el motivo del presente correo es para comentarles una profunda preocupacion que me asalta desde hace mucho tiempo, pero que vio tope el 2 de septiembre, cuando vimos como injustamente, y fuera de todo canon de respeto hacia nosotros mismos, hacia nuestro plantel (por bueno o malo que sea, es nuestro plantel) y hacia el vecino cuartel de Investigaciones, fueron llevados a cabo los actos bandalicos que terminaron por criminalizar a nuestra universidad ante la opinion publica, a nosotros mismos como estudiantes de ella y a todos quienes se interesen en un futuro en ingresar a la misma. Junto con lo anterior, quisiera ofrecer una propuesta, que solo pretende ser un aporte para trabajo conjunto en un momento en el que debemos comprometernos todos, como miembros de la escuela. Ojala y podamos acordar en ella, y que, obviamente, podamos trabajar juntos por ella.

No busco responsables respecto de lo mencionado anteriormente, no soy quien para hacerlo. Pero tampoco pretendo aguantar que sucesos como aquellos vuelvan a ocurrir. Creo que ya no es tiempo para encapuchados, mucho menos de conflictos como los vistos y protagonizados por estos personajes, pues he comprobado a lo largo de mi vida que con las manos abiertas y el rostro descubierto siempre pueden lograrse mas cosas que por la via de la violencia. No comparto con el gobierno en muchas de sus politicas, pero cuando quiero ser escuchado no he tenido necesidad de llegar a la violencia, y mi formula es simple: asumir mi responsabilidad, invitar a otros a que asuman la suya y, entre todos, comenzar a trabajar por un fin comun: un centro de estudiantes. Ofrezco pues, de acuerdo a lo anterior, una idea de organizacion para nuestra escuela como forma de aportar en la construccion de una comunidad universitaria que respete en la medida en la que debamos ser respetados cada uno de los habitantes de ella, y que, obviamente, nos permita hacer nuestra estancia en la Universidad lo mas placentera, social y comprometida posible.

A traves del presente correo quisiera invitarlos a que reflexionemos juntos en torno a la construccion de una organizacion de estudiantes para la escuela que logre representarnos no solo ante los problemas, sino tambien ante las soluciones, que sea nacida desde las bases de la escuela, que somos nosotros mismos, y que no tenga otra intencion mas que establecer un parametro de comunicacion ante los estamentos de la universidad (academicos, administrativos, otras carreras, la rectoria misma), una fuerza de opinion y, sobre todo, un espacio de discusion y ejecucion de las ideas de los futuros hombres y mujeres de derecho que la mantienen viva dia a dia.

Podemos hacerlo. No es dificil. Solo es necesario ponernos de acuerdo. Y para eso ofrezco la siguiente declaracion de principios. Ojala y podamos entre todos difundirla, discutirla, en lo posible escribirme de vuelta y trabajar, de una vez y con cimientos solidos, en torno a un verdadero, valido y legitimo Centro de Estudiantes de Derecho, para los estudiantes de Derecho de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.


Manuel Woldarsky Gonzalez
Un estudiante mas.

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